El Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México hace realidad una mezcla de culturas e identidades diversas en donde se circunscribe la historia a la vez que se construye día con día con su gente. Se trata de un proyecto de ciudad para reinventar un contexto urbano que voltea a su memoria histórica mientras se convierte en una imagen próspera de proyección internacional. Un lugar de encuentro permanente, no sólo de traslados efímeros y provisionales donde se construyen relaciones entre la mirada y el paisaje. Al mismo tiempo, se implementan un conjunto de sistemas, paisajes y territorios con intersecciones y múltiples atmósferas a escala urbana.

La visión del diseño recupera el origen lacustre de la urbe a partir de un equilibrio armónico entre ciudad, paisaje y territorio. El proyecto no sólo busca la generación del crecimiento de la terminal sino la habitabilidad, energía renovable y movilidad de un nuevo territorio. El diseño está destinado a evocar una gran plaza abierta que trascienda los límites y fronteras formales con la ciudad donde la expresión de nuestra unidad y diversidad alcance un marco inigualable de referencia nacional y de clase mundial. 

A más de medio siglo de la construcción del primer aeropuerto de la Ciudad de México esta es una oportunidad para consolidar una zona metropolitana competitiva e inclusiva con proyección visionaria de clase mundial, para encausar la prosperidad de un país que se reforma para impulsar la productividad de la economía al reconocer que el desarrollo de las regiones y el ordenamiento de las ciudades son motores de crecimiento e innovación.

Un aeropuerto cuya relación con la ciudad permita un cambio en el paisaje hacia un nuevo modelo audaz de transformación y crecimiento. Un aeropuerto del siglo XXI cuya tradición y modernidad serán la mejor identidad para el futuro.