Esta propuesta para un complejo teatral en las afueras de Querétaro, compuesto por un auditorio IMAX y un museo infantil, continuó con la exploración de ideas que surgieron, por primera vez, en el proyecto del Museo Guggenheim de Guadalajara.

El edificio fue concebido conceptualmente como una formación geológica que brota del borde de un acantilado. Como resultado de esta metáfora, el volumen fue diseñado como una escultura de roca inspirada en el trabajo de Eduardo Chillida. La construcción en piedra local ofrecería vistas al paisaje contiguo y, al mismo tiempo, establecería un principio de organización para los futuros usos de suelo. Como parte del programa, el Teatro era una pieza clave de un plan maestro de carácter ecológico, cuyo objetivo era proteger los últimos ecosistemas semidesérticos amenazados por la urbanización.

En este proyecto, la arquitectura se consideró como facilitadora de un desarrollo más equilibrado, en el que los espacios naturales, que habían escapado a las presiones del crecimiento urbano, serían salvaguardados como parte de un patrimonio cultural más amplio.

Nombre del proyecto: Plan Maestro de la Ciudad de las Artes y Teatro Metropolitano

Ubicación: Querétaro, Querétaro, México

Año de diseño: 2006

Área aproximada: 24 hectáreas

Equipo del proyecto: Enrique Norten, Salvador Arroyo, Alejandro Solís, Daniel Daou, Raymundo Paván, Sebastián Rodriguez, Carlos Salas, Emelio Barjau, Jorge Salazar, Dionisio Arras, Verónica Chávez, Mónica Trejo, Ricardo Orozco